El hecho increíble de que los propios creadores de la Inteligencia Artificial –Google, DeepMind, OpenAl, Anthropic y otros– adviertan acerca de una extinción humana si no se detiene a tiempo su creciente poder, se exhibe como algo más horroroso que un Frankenstein de la humanidad: es la comprobación en los hechos de una civilización sin sentido.

Más que de una victoria de la Inteligencia Artificial habría que hablar de la apoteosis de la estupidez humana. Más que de una victoria de la Inteligencia Artificial, habría que hablar de la explosión actual de una inquietud generalizada ante el peligro de que la Inteligencia Artificial creada por el ser humano lo domine y desborde, lo cual no es más que el síntoma de un largo proceso iniciado hace muchas décadas en el siglo XX, en el que se fue manifestando más y más cómo el denominado progreso tecnológico es una carrera hacia la autodestrucción: la aniquilación progresiva de la consciencia, un mundo sin alma. Y hay que distinguir consciencia de inteligencia para comprender el oscuro panorama contemporáneo. Todo esto no está separado de lo ya intuido por Federico Nietzsche al anunciar el advenimiento del nihilismo: “Tal historia ya puede ser relatada hoy, tal futuro habla a través de un centenar de signos, tal destino se anuncia por todas partes, para esa música del futuro ya están afinados todos los oídos. Toda nuestra cultura europea se mueve como una corriente que busca el final, que ya no reflexiona.” Fragmentos póstumos, 1887.

El curso presenta una serie de testimonios dispares:

- De personalidades tan influyentes como Elon Musk, Henry Kissinger y de los representantes técnicos de la Inteligencia Artificial, de escritores lanzados hacia la opinión pública como Yuval Noah Harari, Slavoj Žižek y tantos otros.

- De las implicaciones del manejo mundial de la hegemonía política (Estados Unidos, China, el eje euroasiático).

- Del intento de pensar algo en relación a la cuestión en términos filosóficos como Franco “Bifo” Berardi, Éric Sadin, el demonizado Dugin, el neurólogo espiritualista Sam Harris y muchos otros que hoy están elaborando la cuestión.

La intención de los tres encuentros es tratar de situar la coyuntura contemporánea en un recorrido más amplio. Tal como ocurrió con los aullidos ante la pandemia: no se trata de un temor hacia el futuro sino de una devastación que opera desde hace mucho tiempo.

PUNTOS ESENCIALES DESDE LOS CUALES SE PUEDE PENSAR LA CUESTIÓN CONTEMPORÁNEA

- Discriminación entre inteligencia y consciencia. El hombre máquina. La naturaleza del sentimiento y del deseo. El automatismo de la mente y la humanidad del corazón dormido. La pérdida del alma (testimonios de las tradiciones espirituales y del pensamiento contemporáneo).

- Diferenciación entre artificial y natural desde la primera articulación de Aristóteles.

- La concepción nietzscheana del nihilismo y la declinación de lo sagrado.

- Una relectura del pensamiento de Martin Heidegger y la cuestión de la técnica (pasajes de distintas obras y artículos: La cuestión de la técnica, El peligro).

- La visión tradicionalista de René Guénon: El reino de la cantidad y los signos de los tiempos.

- El símbolo del demiurgo gnóstico que tiene el poder del mundo.

LAS REUNIONES TIENEN EL CARÁCTER DE ENCUENTROS EN LOS QUE SE EXPONEN PUNTOS NEURÁLGICOS A PARTIR DE TEXTOS RECIENTES PARA ABRIR UN DIÁLOGO.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

Berardi, Franco “Bifo”. La segunda venida. Neorreaccionarios, guerra civil global y el día después del Apocalipsis.

Harris, Sam. The Dawn of Artificial Intelligence (Audiolibro).

Sadin, Éric. La inteligencia artificial o el desafío del siglo. Anatomía de un antihumanismo radical.