Nos rodean muchas visiones celebratorias o catastrofistas del modo en que los algoritmos, la inteligencia artificial o los robots, entre otras formas del desarrollo tecnológico, toman el control de nuestra existencia. Por eso mismo, emergen desde la filosofía quienes construyen sentidos y emplazan discusiones dispuestas a ordenar un escenario de alteraciones culturales y económicas tan innegables como vertiginosas. En ese proceso, algunas voces analizan nuestras realidades técnicas y sus consecuencias, a la vez que explotan a partir del miedo y la confusión nuestras peores fantasías de sometimiento y parálisis. Con sus respectivos matices intelectuales y estilísticos, el filósofo Byung-Chul Han (1959) y el francés Éric Sadin (1973) son dos grandes exponentes de las ambigüedades, las tensiones y los puntos ciegos en esta discusión sobre el presente.

A la sombra del pensamiento de Martin Heidegger sobre la técnica, Byung-Chul Han, autor de Psicopolítica (2014) o Infocracia (2021), alumbra con sus ideas un mundo en el cual la tecnología nos aleja de todo proyecto colectivo y nos enfrenta a un espejo de preguntas incómodas. Por su lado, Éric Sadin, autor de La era del individuo tirano (2020) o Hacer disidencia (2023), ilumina un mundo de rasgos semejantes en el que, además, toda conciencia se disuelve bajo el voluntarismo de unos pocos héroes morales y la tiranía de las máquinas. ¿Quién piensa y quién asusta? ¿Por qué necesitamos ciertas dosis de oscuridad y pesadilla en estas ideas? ¿Qué visiones son críticas del poder y cuáles son su mera continuación? Y, finalmente, ¿cómo deberíamos leerlas y pensarlas para sacar el mejor provecho de todas ellas?

“Visiones tecnológicas. Byung-Chul Han y Éric Sadin en discusión” propone un recorrido por algunas de las ideas de Han y Sadin sobre la tecnología y el modo en que la sociedad del siglo XXI se moldea en términos filosóficos, antropológicos y culturales bajo su influencia. El objetivo es acercar a quienes tal vez no conocen ni dominan las obras de estos autores algunas nociones elementales de su pensamiento en un lenguaje simple y didáctico.

Reunión I. Trasfondos ideológicos de la contienda. ¿Qué es lo que vuelve “críticos” a los “críticos de la tecnología”? El legado intelectual heideggeriano de Byung-Chul Han y la actualización en el siglo XXI de una cuota sensible de contradicciones oscuras en el corazón de un mundo digital, en apariencia, liso, terso y feliz. El legado intelectual difuso de Éric Sadin y las paradojas de una crítica a la tecnología que, a veces, reafirma la implacabilidad de Silicon Valley mediante la exacerbación del terror y la paranoia ante el presente.

Reunión II. Individuos narcisistas. ¿Qué expresamos como individuos a través de las pantallas que componen el mundo? Byung-Chul Han y el narcisismo como trampa fatal del encierro en la (hipotética) era de la comunicación. Éric Sadin y el “nuevo posicionamiento” como trampa fatal del encierro en la (hipotética) era del individuo tirano. Una discusión sobre el modo en que la subjetividad global de los usuarios de las redes digitales es creada a la medida de las necesidades del poder.

Reunión III. Amenazas tecnológicas. ¿Qué es lo que está “bajo amenaza”? ¿Y qué posibilidades hay de que en “el peligro esté también lo que salva”? Un análisis del pesimismo crítico de Byung-Chul Han: entre la imposibilidad de un pensar genuino y el ocaso del amor. Un análisis del catastrofismo inminente de Éric Sadin: entre el presente tecnológico como un apocalipsis derivado del utopismo y un futuro de “implantes intracerebrales” a la sombra de Skynet.

Reunión IV. Acciones políticas. ¿Es necesario que un diagnóstico filosófico se convierta en una acción política? Y en ese caso, ¿la democracia liberal está en condiciones de presentar una alternativa a Silicon Valley? ¿Cómo se piensa lo político frente a lo tecnológico? Éric Sadin y las fantasías de un mundo alternativo según la representación y la voluntad del ejercicio de la “disidencia”. Byung-Chul Han y la pregunta acerca de si queremos seguir estando “a merced de la vigilancia y la explotación totales de la persona humana” en tiempos de “posdemocracia”.