La filosofía es un modo de ser guiado por el preguntar, gesto que tiene la potencia de abrir caminos hacia aquello que estamos interrogando. Pero esta búsqueda no persigue respuestas, sino que es el mismo despliegue de la pregunta lo que interesa a nuestra disciplina. ¿Tiene la filosofía un ritmo propio? En medio de tanta experiencia “express” que se ajusta a la velocidad de las redes sociales, se impone esta pregunta y nos enfrenta a un desafío a la hora de lanzarnos a la aventura del pensamiento. Caminar con Heidegger requiere un tiempo cansino, un lento andar, un acompañar ese titubear por el entramado de preguntas que el filósofo despliega. ¿Puede acelerarse este proceso, recurriendo al resumen y la presentación de las “ideas centrales”? Probablemente sí, pero de ese modo estaríamos perdiendo algo muy valioso, quizá de lo más valioso, de la filosofía. A su vez, quedaría abierta la pregunta por el estatus de esa experiencia, que se confunde con los bienes de consumo instantáneo que inundan el mercado. Hacer filosofía a otro ritmo no está ni bien ni mal, no es una cuestión de moral, sino de potencia y los modos de vida implicados en ese gesto.

Heidegger nunca deja de explicitar esta concepción de la filosofía, ya presente en Ser y tiempo (1927), donde la pregunta por el sentido del ser es una punta de lanza que abre un sendero posible para el pensamiento. ¿Es una relación inmediata con el ser lo que propone esta obra fundamental de la historia de la filosofía? La respuesta es negativa, ya que la metafísica, esencia del filosofar, implica analizar la pregunta propuesta reconociendo su carácter histórico y, por lo tanto, cambiante.

Caminos de bosque es una invitación a perdernos por sendas sin un destino previsto, pero que confluyen en un mismo espacio de pensamiento. En este curso abordaremos el artículo “El origen de la obra de arte”, de 1935/36, periodo de consolidación del “giro” que atraviesa la filosofía heideggeriana. En este trabajo la pregunta por la esencia del arte nos conducirá a una reflexión sobre el ser cosa y la verdad como desocultamiento.

- Destinatarios

Público en general. No se requieren conocimientos previos.

- Bibliografía

• “El origen de la obra de arte” en Caminos de bosque, Martin Heidegger.